Cuáles son los determinantes sociales de la salud

Imagina a dos personas que nacen en el mismo país, pero en lugares distintos. Una crece con acceso a agua potable, una vivienda segura y una buena escuela pública. La otra, en cambio, vive en un barrio con contaminación constante, sin servicios básicos ni oportunidades de estudio. Aunque sus genes sean similares, sus posibilidades de tener una vida larga y saludable son muy diferentes. Eso es, en esencia, lo que explican los determinantes sociales de la salud.

Estos factores no son nuevos, pero hoy tienen un peso mayor que nunca en las políticas públicas, los sistemas sanitarios y la vida cotidiana de millones de personas.

Qué son los determinantes sociales de la salud y por qué importan

Los determinantes sociales de la salud (DSS) son las condiciones en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, y que influyen profundamente en su bienestar físico y mental. No se trata solo del acceso a hospitales o médicos, sino de un entorno mucho más amplio: el tipo de empleo, la calidad de la vivienda, la educación recibida, el acceso a transporte, la alimentación disponible, el entorno social y hasta el grado de violencia en la comunidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos factores estructurales explican hasta un 30-55% de los resultados en salud de una población. Es decir, no solo influyen: determinan en gran parte quién vive más, quién enferma antes y quién tiene más oportunidades de recuperarse.

Los principales determinantes sociales y cómo afectan la salud

Los DSS pueden clasificarse de distintas maneras, pero una forma efectiva de entenderlos es observar cómo se relacionan con las oportunidades o desventajas que rodean a cada persona. A continuación, se describen algunos de los más influyentes:

Educación

Una mayor educación suele estar ligada a mejores empleos, ingresos más altos y mayor capacidad para tomar decisiones informadas sobre salud. En el Perú, según el INEI, las personas con estudios universitarios acceden más fácilmente a seguros de salud y tienen mayor esperanza de vida. Por el contrario, quienes abandonan la escuela tempranamente enfrentan más riesgos, como enfermedades crónicas, accidentes laborales o desnutrición.

Ingreso y empleo

La falta de ingresos constantes no solo reduce el acceso a atención médica, sino también a servicios básicos como alimentación, electricidad o agua potable. En Perú, la pobreza afecta al 29% de la población, de acuerdo con el último reporte oficial del INEI. Esto implica mayores niveles de estrés, peores condiciones de vivienda y mayor vulnerabilidad a enfermedades transmisibles y no transmisibles.

Vivienda y entorno físico

Vivir en zonas sin servicios básicos, con contaminación ambiental o con riesgo de desastres naturales tiene un impacto directo en la salud. En algunas regiones de la sierra y la Amazonía peruana, el acceso a servicios de agua segura aún es limitado, lo que incrementa el riesgo de enfermedades gastrointestinales. Además, la exposición a metales pesados como el plomo en zonas mineras —un problema documentado en varias provincias— afecta el desarrollo neurológico en niños.

Alimentación y acceso a servicios

Una alimentación deficiente no siempre es consecuencia de falta de comida, sino de una dieta mal equilibrada. En zonas urbanas del Perú se observa un fenómeno preocupante: personas con bajos ingresos que acceden fácilmente a alimentos ultraprocesados pero no a frutas, verduras o proteínas de calidad. Esta paradoja contribuye al crecimiento de la obesidad infantil y enfermedades como la diabetes tipo 2.

Redes sociales y apoyo comunitario

Contar con una red de apoyo (familiares, amigos, vecinos) no solo tiene efectos emocionales positivos, también protege físicamente. Las personas con vínculos sociales fuertes tienden a vivir más tiempo, recuperarse más rápido de enfermedades y manejar mejor el estrés. Por el contrario, el aislamiento y la soledad pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y depresión.

Acceso a servicios de salud

Aunque pueda parecer obvio, el acceso real a servicios de salud de calidad sigue siendo un reto en el Perú, especialmente fuera de Lima. Tener un centro de salud cerca no garantiza una atención adecuada. Muchos establecimientos en zonas rurales enfrentan escasez de personal, medicamentos o infraestructura básica. Esto genera brechas entre quienes viven en ciudades y quienes están en zonas remotas.

Tabla comparativa: cómo se relacionan los DSS con la salud

Determinante socialImpacto en la saludEjemplo en Perú
EducaciónMejora decisiones de salud y acceso a empleoMenor mortalidad infantil en madres con secundaria completa
Nivel de ingresoCondiciona alimentación, vivienda y acceso a medicamentosMayor desnutrición crónica en regiones con alta pobreza
Condiciones de viviendaDetermina exposición a enfermedades y accidentes domésticosCasos frecuentes de tuberculosis en viviendas hacinadas
Entorno físicoAumenta o reduce riesgos ambientalesAfecciones respiratorias en zonas urbanas con alta contaminación
Redes de apoyo socialMejora salud mental y recuperación de enfermedadesComunidades indígenas con redes familiares tienen mejor resiliencia
Acceso a saludInfluye en prevención, diagnóstico y tratamientoDemoras en atención en regiones como Loreto o Puno

Desigualdades que no se explican solo por genética

La salud no se distribuye de forma equitativa. Y esta desigualdad no obedece únicamente a la biología o decisiones personales. Un niño nacido en un distrito limeño como San Isidro tiene muchas más probabilidades de llegar a viejo que uno nacido en Villa El Salvador o en un caserío de Huancavelica. Esta brecha no es casual. Responde a políticas, decisiones económicas, distribución de recursos y estructuras sociales.

Como señala la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, las inequidades en salud son evitables y, por lo tanto, representan una injusticia.

¿Qué se está haciendo en el Perú para reducir estas brechas?

El enfoque de determinantes sociales está comenzando a ser incorporado en algunas estrategias públicas. El Plan Nacional de Igualdad de Género, la Estrategia Multisectorial “Perú Hambre Cero” y los planes de Desarrollo Humano Local de varios municipios ya reconocen que mejorar la salud pasa por algo más que invertir en hospitales.

El Ministerio de Salud ha incluido lineamientos para abordar los DSS en su Plan Nacional de Salud 2020-2025, y colabora con sectores como Educación, Trabajo y Vivienda. No obstante, los avances aún son dispares y muchas veces dependen de la voluntad política de los gobiernos regionales.

¿Podemos cambiar estas condiciones desde lo individual?

Hay quienes piensan que todo está en manos del Estado, y en parte tienen razón. Pero también existen acciones comunitarias y personales que marcan la diferencia. Organizarse para mejorar un parque local, presionar por el funcionamiento de un centro de salud o generar espacios de alimentación saludable en los colegios no son gestos menores. Son formas concretas de actuar sobre estos determinantes.

Como sociedad, cada decisión colectiva —desde cómo se diseñan los barrios hasta cómo se distribuye el presupuesto público— es una pieza del rompecabezas de la salud.

Mirar más allá de la pastilla

Entender los determinantes sociales obliga a mirar fuera del consultorio médico. La solución a muchas enfermedades no está en una receta ni en un diagnóstico, sino en el agua limpia que sale del caño, la comida que llega al plato, la escuela a la que se asiste o el barrio donde se vive. Si no se atacan esas causas de fondo, los sistemas de salud seguirán apagando incendios sin tocar el fuego que los origina.

En el fondo, hablar de salud es hablar de justicia social. Porque cuando todos parten del mismo punto, la salud deja de ser un privilegio y se convierte en lo que siempre debió ser: un derecho.

victor alva

por Victor Alva

Soy un periodista con más de 15 años de experiencia, especializado en los temas de actualidad que definen el panorama del Perú. A lo largo de mi carrera, he colaborado con una amplia variedad de medios de comunicación, incluyendo periódicos, revistas, emisoras de radio y plataformas digitales, abordando una diversidad de asuntos que resuenan con el público peruano. Mi trabajo se centra en ofrecer análisis profundos y reportajes detallados sobre política, economía, sociedad y cultura, siempre con el objetivo de proporcionar información precisa, relevante y accesible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *