Neutralina, la divulgadora peruana que usa Instagram y podcasts para enseñar ciencia a jóvenes

A primera vista, uno podría pensar que hablar de física cuántica en redes sociales sería como intentar explicar álgebra a pulso en una fiesta. Pero hay quienes lo logran, y no solo con gracia, sino con una comunidad joven que los escucha, aprende y comparte. Es el caso de Neutralina, el seudónimo con el que se conoce a Silvana Morocho, una joven física peruana que ha convertido Instagram, TikTok, Spotify y YouTube en escenarios donde la ciencia se hace cercana, digerible y, sobre todo, entretenida.

Neutralina es parte de una generación de comunicadores científicos que no necesitan bata ni laboratorio a la vista para enseñar conceptos complejos. Lo suyo son los reels bien editados, las frases punzantes, los chistes con referencias geek y las historias que explican desde qué es un neutrino hasta por qué los agujeros negros no son realmente agujeros. En el Perú, su caso no solo es particular, es también necesario.

Quién es Neutralina y cómo empezó todo

Silvana Morocho estudió Física en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones más exigentes del país en ciencias puras. Desde el inicio de su carrera mostró interés no solo por los números y las fórmulas, sino también por la manera en que estas podían conectarse con las personas. Durante la pandemia, como ocurrió con muchas otras historias de divulgación digital, descubrió en las redes sociales una forma de compartir lo que sabía con quienes más lo necesitaban: los estudiantes de secundaria y preuniversitario que se sentían perdidos entre libros poco amigables y explicaciones aburridas.

Nació así Neutralina, nombre inspirado en una partícula hipotética de la física de partículas —la neutralina—, que podría ser clave para entender la materia oscura. La elección no fue gratuita: resume con precisión su objetivo de visibilizar lo invisible y darle luz a lo que muchas veces se pasa por alto.

Desde sus primeros videos, su enfoque fue claro: hacer que la ciencia dejara de parecer un idioma extranjero. No se trataba de diluirla ni banalizarla, sino de narrarla como quien cuenta una buena historia. Así llegaron las analogías, los memes, las comparaciones con series populares y los experimentos caseros grabados con el celular.

El impacto de sus contenidos en jóvenes peruanos

Hoy, sus cuentas superan los 100 mil seguidores combinando Instagram y TikTok, y su podcast “Ciencia, pero chill”, disponible en Spotify, se ha posicionado entre los más escuchados del país en la categoría de educación.

La razón es sencilla: los jóvenes se sienten identificados con su lenguaje. Mientras muchos canales tradicionales siguen apelando a formatos rígidos y estructuras acartonadas, Neutralina habla de tú a tú. No le teme al humor ni a la crítica social. En sus videos, un meme puede servir para explicar la teoría de cuerdas y una escena de “Interstellar” para hablar de la dilatación del tiempo. Y lo mejor es que funciona.

Los comentarios en sus publicaciones revelan el alcance de su trabajo. Adolescentes de provincias que le agradecen por ayudarlos a entender física sin sentirse tontos. Profesores que la recomiendan en sus clases. Padres que la escuchan junto a sus hijos como si fuera una serie de Netflix. Lo que empezó como un experimento se ha convertido en una herramienta educativa de alcance nacional.

Redes sociales como herramientas pedagógicas

La propuesta de Neutralina pone sobre la mesa una discusión urgente: ¿qué lugar ocupan las redes sociales en la educación científica en el Perú?

Durante años, el sistema educativo ha desconfiado de las plataformas digitales. Se las ha considerado distractoras, banales o poco rigurosas. Pero el trabajo de divulgadoras como Silvana muestra que, bien usadas, pueden convertirse en canales de enseñanza más eficaces que muchas aulas.

Neutralina no sustituye a los profesores. Los complementa. Y eso es lo que la hace valiosa. En lugar de competir con los textos escolares, los resignifica. Por ejemplo, cuando explica qué es la entropía usando la vida diaria o relaciona el principio de incertidumbre con decisiones humanas, permite que los conceptos cobren sentido en la experiencia del estudiante.

En una entrevista con Científicas.pe, una red de científicas peruanas que promueve la participación de las mujeres en ciencia, Neutralina afirmó: “No podemos seguir explicando física como si el mundo no hubiera cambiado. La ciencia no está solo en los libros, está también en los memes, en los videojuegos, en el amor.”

Ciencia con rostro joven y femenino

Neutralina no solo enseña ciencia. También rompe estereotipos. Su presencia en redes ayuda a combatir la imagen, todavía dominante, del científico como un hombre blanco, mayor, alejado del mundo real.

Ella es mujer, peruana, joven, habla en jerga, y no tiene problemas en decir que le gusta el reguetón. En un país donde apenas el 34% de las personas que se dedican a investigación científica son mujeres, según datos del Concytec, su visibilidad tiene un efecto multiplicador.

Las niñas que la ven descubren que también pueden dedicarse a la ciencia. Que no hace falta tener un acento extranjero ni vivir en Europa para hablar de física cuántica. Que la ciencia también se parece a ellas.

Esta representación importa. Porque sin referentes cercanos, la ciencia parece un territorio ajeno. Y cuando eso ocurre, miles de talentos se pierden por el camino.

La ciencia no está peleada con el entretenimiento

Muchos puristas han criticado a la divulgación científica por hacer “divertida” la ciencia. Se les acusa de simplificar en exceso, de deformar conceptos. Pero esa crítica parte de una visión elitista, que olvida que el conocimiento no debería ser un privilegio de pocos, sino un derecho de todos.

Neutralina no renuncia al rigor. Prepara cada contenido con bibliografía académica, consulta a expertos y se preocupa por no cometer errores. Pero lo hace con una narrativa distinta, que no ahuyenta, sino que invita. Lo suyo no es un monólogo, es una conversación abierta.

Y esa conversación se amplía cuando sus seguidores la etiquetan, le hacen preguntas o corrigen sus errores. Es un aprendizaje colectivo, horizontal, sin jerarquías. En un país como el Perú, donde el acceso a educación científica de calidad sigue siendo desigual, esto no es menor.

El futuro de la divulgación científica en Perú

Neutralina es un ejemplo, pero no el único. Cada vez más jóvenes peruanos están usando plataformas como YouTube, Twitch o X (antes Twitter) para hablar de ciencia, tecnología, medio ambiente y salud pública. Algunos desde Lima, otros desde regiones. Lo hacen en su idioma, con sus referentes culturales, y sin esperar permiso de las instituciones tradicionales.

Lo que antes dependía de revistas académicas o congresos, hoy circula en redes con la misma potencia —y a veces, mayor efectividad—. La clave está en conectar con la audiencia desde la autenticidad.

Pero para que este movimiento crezca, hace falta apoyo. Políticas públicas que reconozcan la divulgación como parte de la educación científica, financiamiento para proyectos independientes y alianzas con universidades y medios.

En países como España, el Estado ya financia a divulgadores mediante convocatorias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En Argentina, el Ministerio de Ciencia apoya programas radiales, talleres y podcasts científicos. En Perú, iniciativas como las de Neutralina merecen también respaldo estructural.

Un puente entre dos mundos

Neutralina encarna una idea poderosa: que la ciencia y la cultura popular no son enemigos. Que es posible hablar de física cuántica con humor, de astrofísica desde un cuarto con luces LED, y de mujeres en la ciencia sin solemnidad.

Y ese puente entre lo académico y lo cotidiano no solo acerca a los jóvenes al conocimiento. También les dice que la ciencia no es una torre de marfil, sino una linterna para entender el mundo. Y que todos, sin excepción, pueden encenderla.

Mientras algunos siguen discutiendo si es “serio” hablar de neutrinos en TikTok, miles de chicos aprenden qué son gracias a una física peruana que se hace llamar Neutralina. Y eso, en tiempos donde la desinformación abunda, ya es un acto revolucionario.

victor alva

por Victor Alva

Soy un periodista con más de 15 años de experiencia, especializado en los temas de actualidad que definen el panorama del Perú. A lo largo de mi carrera, he colaborado con una amplia variedad de medios de comunicación, incluyendo periódicos, revistas, emisoras de radio y plataformas digitales, abordando una diversidad de asuntos que resuenan con el público peruano. Mi trabajo se centra en ofrecer análisis profundos y reportajes detallados sobre política, economía, sociedad y cultura, siempre con el objetivo de proporcionar información precisa, relevante y accesible.

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